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La Chica de la Noche !

La noche  era bastante  fría, y en su recorrido hacia su casa en Bello acostumbraba recoger y arrimar hasta el metro o hasta algún lugar cercano a quien encontrare en su camino; trayecto largo desde Caldas hasta el norte, siempre encontraba  a quien llevar de parrillero.
Bajando por la autopista, pasando por el sitio llamado Marandùa alcanzó a ver una chica atractiva de cabello largo, son casi las  once difícil coger transporte, parò y le dijo que si quería la arrimaba hasta el centro porque a esa hora no cogìa transporte fácil, con una sonrisa ella asintió a lo que el le dijo póngase esta chaqueta para que la brisa no la maltrate.

La autopista despejada a esa hora facilitò la velocidad y pronto estaban en el centro, pero al ver la soledad de las calles el le preguntó  que donde vivía a lo que ella sonriente le respondió que en la parte alta de Buenos aires; si me guía la llevo hasta la casa porque en realidad esta muy tarde y no me siento seguro de dejarla por acá sola; ella  con leves palabras le fue conduciendo hasta que pronto estaban frente a una casa y ella dijo: aquí es; se bajo de la moto sonriente y repitiéndole que era muy amable y que le agradecía mucho. Como buen caballero esperò que la chica entrara en la casa para arrancar la moto y continuar su viaje.

Al ir llegando a su destino en Bello, donde el vivía recordó no haberle reclamado la chaqueta, y además no le preguntò el nombre; bueno pensó mañana cuando vaya  de nuevo hacia Caldas subo hasta la casa y la reclamo.

Al día siguiente según lo había pensado saliò mas temprano que de costumbre para hacer la diligencia de reclamar su chaqueta, fue fácil llegar hasta la vivienda, parqueò la moto y tocó el timbre; salió una señora de edad  a quien le preguntó después de saludar: Señora anoche como a las 11:30 traje en mi moto a una joven que vive acá, la recogí por la autopista sur junto ala entrada para Sabaneta, no le pregunte su nombre, pero el asunto es que le preste la chaqueta para que no sufriera con la brisa mientras la traía y se me olvido reclamársela cuando la deje aquí anoche, ella  està o para ver si ella me la dejó.

Terminando de decir esto la señora estalló en llanto y le dijo usted esta seguro de lo que me cuenta, a lo que el asustado afirmó.


Joven eso no puede ser por que la joven que usted menciona es mi hija y ella murió en un accidente de motos la  semana pasada; tomándose la cabeza con las dos manos este muchacho no podía creer lo que estaba pasando.

Señora le juro que la traje anoche, afirmó sobresaltado,  y ella entro en esta casa y además le prestè la chaqueta.
La señora  un poco mas sosegada le respondió: Joven si quiere vamos a Montesacro y le enseño la tumba donde la sepultamos; en medio de la incertidumbre y la zozobra decidió  ir con la señora para corroborar lo dicho y tal fue el asombro al llegar a la tumba y encontrar sobre ella la chaqueta que la noche anterior le había prestado.

Esta  historia se rumora como ocurrida en Medellín.